Juegos ópticos

Vamos a hacer un recorrido por diferentes juegos ópticos a partir del recorrido que hace Williams en "The Animator´s Survival Kit" (libro que tenemos disponible para la descarga).

Siempre hemos tratado de hacer que las imágenes se muevan. La idea de la animación es mucho más antigua que las películas o la televisión. He aquí una rápida historia: Durante más de 35.000 años pintamos animales en las paredes de cuevas, algunas veces dibujando cuatro pares de extremidades para mostrar el movimiento.

En el año 1600 A.C., el faraón egipcio Ramses II le construyó un templo a la diosa Isis que tenía 110 columnas. De manera ingeniosa, cada columna tenía pintada la figura de la diosa en posiciones progresivas. Para los jinetes o para quienes iban en las carrozas... ¡Isis parecía moverse! Los antiguos griegos algunas veces decoraban las vasijas con figuras en posiciones sucesivas de acción. Al darle vueltas a la vasija, se creaba la ilusión del movimiento.

Hasta donde sabemos, el primer intento de proyectar dibujos en una pared, se hizo hacia 1640 por Athonasius Kircher con su "Linterna Mágica". Kircher dibujaba cada figura por separado en pedazos de vidrio, los colocaba en su aparato y los proyectaba en la pared. Luego, movía los vidrios desde arriba con cuerdas. Una de éstas, mostraba la cabeza de un hombre durmiendo y un ratón. El hombre abría y cerraba la boca y, cuando la boca estaba abierta, el ratón corría hacia adentro.

En 1824, Peter Mark Roget descubrió (o redescubrió, ya que el concepto era conocido en los tiempos clásicos) el principio vital de la "Persistencia de la Visión". Este principio está basado en el hecho de que nuestros ojos retienen temporalmente la imagen de cualquier cosa que se haya acabado de ver. Si no fuera así, nunca podríamos tener la ilusión de conexión que se realiza en una serie de imágenes separadas y ni las películas ni la animación serían posibles. Mucha gente no se da cuenta que en realidad las películas no se mueven, y que se trata de una serie de imágenes estáticas que parecen moverse cuando son proyectadas en serie. El principio de Roget rápidamente le dio vida a varios artificios ópticos:

Traumátropo: Un disco de cartón con los extremos atados a un par de cuerdas. Una jaula dibujada en un lado y un pájaro en el otro. Cuando los extremos de las cuerdas son jalados, el disco gira, las imágenes se mezclan y el pájaro parece como si estuviera en la jaula.

Fenaquitoscopio: Dos discos montados sobre un vástago, el disco que está al frente tiene ranuras en el borde y el disco en la parte posterior tiene una secuencia de dibujos. Alinee las ranuras con los dibujos y mire a través de las aberturas, haga girar los discos y obtendrá la ilusión de movimiento.

Zootropo (o rueda de la vida): Apareció en Norteamérica en 1867 y se vendió como un juguete. Largas tiras de papel con una secuencia de dibujos en ellas, se insertaban dentro de un cilindro con ranuras. Se giraba el cilindro, se miraba a través de las ranuras y los dibujos parecían moverse.

Praxinoscopio: Inventado por el francés Emile Reynaud en 1877. El fue el primero en crear secuencias cortas de acción dramática dibujando en una tira de 30 pies de longitud de una sustancia llamada "Cristaloide". Esto abrió el camino a los tremendos avances que vendrían.

Flip book: En 1868 apareció a nivel mundial un novedoso invento llamado el "Flipper Book" que hasta ahora se mantiene como el más simple y popular de estos inventos. Es simplemente una libreta con dibujos en secuencia. Se sostiene con una mano y con la otra se "abanican" o "flipean" las páginas, y los dibujos en ellas parecen moverse. El resultado es animación, la ilusión de acción continua. Es lo mismo que hacen los chicos en el colegio cuando dibujan en la esquinas de sus libros de matemáticas, y después "abanican" las páginas. Hoy en día, el animador clásico aún "flipea" o "abanica" sus dibujos de la misma manera que en un flipper book antes de probarlos en una cámara de cine o video. Pone sus dibujos en secuencia, con los números de menor a mayor en la parte inferior y "flipea" los dibujos desde la parte inferior hacia arriba, para ver la acción. El animador tiene que ser lo suficientemente bueno haciendo esto para aproximarse al tiempo real de pantalla, y para detectar errores y hacer alteraciones a los dibujos. Ahora que tenemos las cámaras de video con reproducción instantánea de los dibujos, no todo el mundo aprende a "flipear".

En 1896 el caricaturista de prensa Neoyorquino James Stuart Blackton entrevistó al inventor Thomas Edison, quien estaba experimentando con imágenes en movimiento. Blackton hizo algunos bocetos de Edison, quien impresionado con la velocidad y habilidad de éste para dibujar, le pidió que le hiciera algunos dibujos en serie. Luego, Edison los fotografió; la primera combinación de dibujos y fotografía. En 1906 hicieron pública la película animada "Fases Humorísticas de Caras Divertidas" (Humorous Phases of Funny Faces). Un hombre fuma un cigarro y arroja anillos de humo a la cara de su novia, ella entorna los ojos, un perro salta el aro y un malabarista hace su presentación. Blackton utilizó cerca de trescientos "dibujos parpadeantes" para hacer la primera película animada, antecesora de los dibujos animados. Esta novedad trajo risas y entretenimiento, y fue un éxito instantáneo.

Un año mas tarde, Emile Cohl hizo y mostró su primer filme animado en el Follies Bergéres de París. Las figuras parecían hechas por un niño, líneas blancas sobre fondo negro, pero la historia era relativamente sofisticada: El cuento de una chica, el amante celoso y un policía. Él incluso le dió inteligencia y movimiento a los postes de luz y las casas, con sus propias emociones y estados de ánimo. El trabajo de Cohl llegaría a configurar unos de los más conocidos preceptos de la animación: "No hagas lo que una cámara puede hacer. ¡Haz lo que una cámara no puede hacer!".